

Por: Juan Manuel García Escalada (Psicólogo Social, Sexólogo Social, Docente jubilado)
Cuando un ser humano se enfrenta a una guerra y decide no hacerlo, no es cobardía. Ya que El patriotismo (y ya sabemos en que terminan los “ismos” en la historia del universo) es un lugar donde se suele esconder la cobardía.
Como le supo expresar un extraterrestre a un terrícola: “Morir es fácil, terrícola; lo difícil es la comedia”. Es decir, animarse a aprender a vivir.
Bien lo supo enunciar el gran W. Shakespeare (el gran escritor universal, 1616 – 1656): “La adultez lo es todo”. ¿Hay adultez, en nosotros los humanos?
Hay retaceo de conocimiento -como el título que tomé parafraseando a Heinrich Heine (1797-1856, poeta y ensayista alemán)- y sobre eso cabalgan los poderes que envían a morir a jóvenes que no se conocen, pero adultos que se saben entre sí.
Sí, verdad es que la guerra es producto o salida cobarde, en este caso, a los problemas que conllevan la paz.
Porque ésta es construcción social diaria de mejor convivencia y reparto de deberes, derechos sociales e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.


Reflexiones post cine
Pensé lo anterior luego de participar como espectador del documental A 40 del 82, deconstruyendo Malvinas que realizaron los alumnos de sexto año, de la Orientación Comunicación e Informática del IPEM 294, “Jesús María”, por supuesto de la ciudad de Jesús María.
En cada una de las entrevistas que los alumnos iban realizando fluía en ellos -los entrevistados- la palabra evocativa en conjunto con una mirada de distancia interrogativa de esa experiencia vivida.
Una letanía que en su relato se asociaba a una vivencialidad que velaba dolores, miedos, angustias y dudas en ese pasado que parece oculto pero que trasluce en instantes de presentes, que surgen en el sentido del valor de aquella “excusa” que el Estado con su “¿inteligencia militar?” puso a una generación de jóvenes en el más abyecto camino hacia su muerte.
La memoria no es pasado estático. Es vigencia permanente ante atrocidades como lo que tuvieron que vivir nuestros jóvenes soldados en lo de Malvinas. Sólo sanamos cuando enfrentamos las realidades para crecer y avanzar.


Resignificar la historia
Esta experiencia fílmica que se llevó a cabo con jóvenes que despertaron a una historia semi-oculta y mal enseñada les mostró (al decir de una de las alumnas entrevistadoras, el verse ellas/ellos jóvenes en esas edades y tener que enfrentar la locura de los adultos-que no crecen-) de la importancia de conocer la historia, de cómo se estructuran nuestros saberes, no sólo para ellos como personas sino como necesidades de sociedades que quieran seguir desarrollándose.
Como aquella piedra en el estanque que al ser tirada se transforma en círculos sucesivos, así es la acción de la historia para el humano con lo social cultural y viceversa.
Desde una Escuela Pública, con el desmerecimiento de una sociedad actual donde prevalece lo neoliberal del pensamiento dominante (que ataca y desvaloriza la tarea educativa); Álvaro Monge y su equipo de producción junto a un grupo de jóvenes alumnos demostraron que con inteligencia y disciplina: (cuya raíz es el amor a lo que se elige), y no autoritarismo, pudieron trabajar en libertad y su buen uso se transformó en un film, pequeña joya evaluativa, que resignifica la importancia de la Memoria en el arte del aprendizaje.
Sirvieron de canales la Municipalidad de Jesús María que dieron su apoyo desde su Dirección de Cultura y permitió ampliar su llegada para que dicha producción congregara sala llena de público en sus presentaciones.
Y fundamentalmente, ¡Gracias a esas memorias de los excombatientes que sin ellas no se podría construir un mejor futuro de Paz!