

Guillermo Monti ofició como fiscal de Cámara durante el juicio
En sala unipersonal presidida por el juez Esteban Díaz Reyna y con la Fiscalía de Cámara de Guillermo Monti, la Cámara 6ª del Crimen impuso severas penas a un padre y dos de sus amigos por haber abusado sexualmente de una niña cuando tenía entre 13 y 14 años.
Lo macabro del caso es que V.A.P había sacado a su hija del hogar en el que vivía porque allí había sido víctima de abuso sexual con acceso carnal por parte de un tío que fue declarado inimputable.
Dicho en criollo, el tío abusador no comprendía la criminalidad del acto que cometía en contra de su sobrina. Entonces, el padre decidió llevarla a su propio hogar donde la menor de edad comenzó a vivir su segundo infierno.
Según se pudo saber durante la instrucción y también en el juicio, el padre hacía a la niña objeto de trueque con dos de sus amigos.
A cambio de abusar sexualmente de ella, los victimario entregaban al progenitor carne para asado, vino, y hasta maples de huevos.


El arduo camino a la verdad
La víctima hoy es mayor de edad y pudo procesar todos sus padecimientos previos gracias al trabajo de acompañamiento del equipo técnico de la Municipalidad de Jesús María.
Fueron las profesionales jesusmarienses quienes la animaron no sólo a tratar su dolor en terapia sino que pusieron a su disposición todas las facilidades para que la mujer pueda denunciar a su padre y a sus victimarios, dos hermanos amigos de su padre.
Los tres fueron a juicio y quedó fuera en esta instancia una mujer mayor de edad, pareja de uno de los abusadores, que fue a amenazar a la víctima tras enterarse de la denuncia que había formulado en sede judicial.
En el caso de V.M.T, uno de los acusados por abuso sexual con acceso carnal continuado, solicitó juicio abreviado (aunque estuvo presente durante todas las audiencias) y recibió una condena de 11 años y medio de prisión.
A su hermano, M.A.T, la Cámara le dictaminó 13 años de prisión.
Y la peor parte se la llevó el padre de la víctima, V.A.P, quien fue condenado a 18 años de prisión porque sus delitos tenían agravante por el vínculo y concurso ideal.
La parte más severa de la pena fue por haber promovido a la corrupción de menores a su propia hija.


Monti: cuatro de cuatro
Aunque no es muy frecuente, los fiscales de instrucción pueden convertirse en fiscales de Cámara cuando en la Justicia hay exceso de causas pendientes y pocos funcionarios disponibles.
Al fiscal de Instrucción de Jesús María, Guillermo Monti, ya le tocó en tres oportunidades ejercer la Fiscalía de Cámara y en todos los casos tuvo que demostrar abusos sexuales con acceso carnal. En breve tendrá que afrontar un cuarto juicio también por abuso sexual.
El más notorio de los juicios que enfrentó fue el de Wanda Abigaíl Navarro quien además de haber sido brutalmente asesinada había sido abusada.