Aunque el barrio se llama así, casi que no quedan ejemplares de chañares en la zona. Sólo persiste un ejemplar que fue donado hace unos años por la ONG “La Lucena” e implantado en el patio del colegio.
Para potenciar la identidad de la escuela -y del barrio en general-, la Sociedad Rural plantó 10 chañares en el patio del establecimiento y en la vereda.
Paralelamente, se construyó un pequeño espacio con arbustos -10 lagañas de perro-, con la idea de tener una especie de jardín autóctono, que atraiga abejas y mariposas.
Además, se hizo un trabajo de poda en el chañar y los algarrobos que ya existían allí, tratando de eliminar las ramas bajas espinosas que pueden ocasionar lesiones a los niños.
Vale resaltar que la actividad se llevó a cabo con la ayuda de varios voluntarios, entre ellos Walter, exestudiantes de la EFA y padres de alumnos de la escuela Sarmiento.
Como la escuela lleva adelante una huerta para autoabastecerse de hortalizas, también se llevó de regalo compost de lombriz producido en el predio de la entidad.
“Más allá de la plantación, pudimos hablar con los alumnos de la importancia de la poda de formación en ambientes habitados, y de las características del chañar, su árbol insignia”, destacó Bibiana Rosa, coordinadora de la Campaña Forestar.