

Una nueva embajada de La Sociedad Rural de Jesús María visitó, recientemente, un establecimiento de 30 hectáreas en Tala Cañada que sufrió incendios forestales este año en dos oportunidades.
De hecho, a fines de octubre tuvieron que evacuar a 25 vecinos de esta comunidad del Departamento Pocho.
Allí, Máximo “Pato” Flabio, un italiano de 85 años, se dedica al cultivo de nogales, vides, y frutales (durazno, pera y ciruela), pero también elabora dulces artesanales y tiene un pequeño vivero de plantas ornamentales.
Su campo está ubicado a pocos kilómetros de Los Gigantes, en un lugar donde investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba encontraron restos de un asentamiento de nuestros pueblos originarios.
Máximo es una persona muy comprometida con la naturaleza y los animales.


Tierra con historia colonial
Según comentó el dueño de casa, esas tierras pasaron a los encomenderos colonizadores españoles, quienes construyeron en el lugar una pequeña capilla de adobe que, con el tiempo, se derrumbó.
Máximo decidió reconstruirla. Actualmente, el altar está hecho de adobe, con restos de la capilla antigua. En ese lugar, supo dar misa el Cura Brochero y está consagrada a la Virgen del Huerto.
A través de Bibiana Rosa, coordinadora de la Campaña Forestar, y de la ateneísta Elena, se llevó del Vivero Córdoba Norte 100 ejemplares arbóreos, entre algarrobo blanco, algarrobo negro, tala, tusca, espinillo y la arbustiva lagaña de perro.


En el lugar, se pudo observar el rebrote de algunos ejemplares de molle, sombra de toro y palma caranday.
En total, fueron plantados 50 ejemplares. Al resto lo van a plantar el próximo lunes 20 con un grupo que integra un sacerdote, quien irá al lugar con jóvenes para un retiro espiritual.