

Cuatro décadas más tarde, el dolor sigue allí. Como alguna vez confesara en rueda privada uno de los veteranos de nuestra zona: “Lo peor al irnos fue ver flamear de nuevo la bandera inglesa donde habíamos izado la Argentina”.
Y aunque el dato pueda parecer trivial encierra el sentimiento generalizado de aquellos conscriptos o suboficiales de alguna de las fuerzas que pusieron el cuerpo en el enfrentamiento armado: defendieron Malvinas con la convicción de que son nuestras y de que habíamos sido injustamente despojados de ellas.
Por eso, que los tres municipio de esta región hayan decidido acompañar la conmemoración con acciones que pusieran a los veteranos y sus familias como centro es digno de destacar.


Jesús María tomó la posta con la organización de una vigilia de poco más de tres horas durante la noche del viernes primero de abril.
Allí, uno de los momentos fue la presentación de la obra de danza “Invisibles de Malvinas”, a cargo de la Compañía del Guanusacate Rebeldes, dirigida por Romina Poblete, con un sentido homenaje a las mujeres de Malvinas.
Luego, estudiantes, docentes y directivos del IPEM 294 compartieron el tráiler del documental A 40 del 82. Deconstruyendo Malvinas; un corto documental ficcionado, con valiosos testimonios de ex combatientes locales.
Y finalmente un conversatorio en el que los protagonistas compartieron sus vivencias de la guerra.
Participaron Héctor Rivadero y Eduardo Álamo, ex combatientes; Sandra Acosta, hija de Ramón Gumersindo Acosta, caído en Malvinas; Dora Ruiz, aspirante naval en Base Naval de Puerto Belgrano y estudiante de enfermería durante la guerra, y los comunicadores Miguel Gramajo y Helen Otero.


En el cierre, los intendentes Luis Picat, Gustavo Brandán, y Carlos Ciprián entregaron medallas recordatorias, placas, y se coronó el acto con el himno nacional y la marcha de Malvinas.
Sinsacate con monumento nuevo
El acto central regional del 2 de abril tuvo lugar en Sinsacate donde los discursos dieron lugar a la emoción y la lágrima.
Allí, se descubrió una escultura de los artistas Néstor y Luis Enríquez y que fue ejecutada después de haber debatido colectivamente su sentido con los excombatientes y que fue bautizada como Los abrazos.


Leticia de la Fuente, directora del Instituto Zarela Moyano de Toledo, es también hija del veterano fallecido Ángel de la Fuente ofreció un discurso conmovedor difícil de resumir.
Algo similar ocurrió cuando tomó la palabra el veterano Héctor Rivadero.
“Rescato de esa época el sentido y el valor de la identidad donde el pueblo estaba subordinado a dos grandes ejes, la patria y la soberanía. Hoy, después de 40 años seguimos bregando en una trinchera simbólica para luchar contra la desmalvinización cuya arma es el olvido”, dijo Rivadero en uno de los tramos más duros de otro emotivo mensaje.


Por la tarde, la Municipalidad de Colonia Caroya descubrió una placa conmemorativa y dio inició el bicidesfile, encabezado por los veteranos, que unió Colonia Caroya con Sinsacate.