

María Laura Peschiutta viene trabajando como Investigadora Asistente en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, que depende de CONICET, desde donde pudo abrir una linea de investigación para encontrar soluciones amigables con el ambiente a problemas que tienen los productores de la uva.
La científica que creció rodeada de viñedos en su Colonia Caroya natal integra un grupo de investigación que lidera el doctor en Ciencias Biológicas Julio Zygadlo y que está abocado a encontrar soluciones ecológicas a diversos problemas productivos.
“En nuestro laboratorio tenemos varias líneas de investigación que están relacionadas a los bioplaguicidas, es decir, compuestos orgánicos, naturales, que se emplean para el control de plagas, ya sean virus, hongos o insectos. Mi línea de investigación empezó en 2015 y estamos estudiando muchos compuestos que derivan, principalmente, de aceites esenciales que se encuentran en plantas bastante comunes” detalló Peschiutta sobre su trabajo.
Se trata de preparaciones que no sólo no le generan fitotoxicidad a las plantas sino que no contaminan el ambiente, no generan residuos, ni son tóxicos para los animales.
Y los insumos para esos bioplaguicidas se encuentran en plantas conocidas y frecuentes en la flora cordobesa, por ejemplo, la Peperina.


“Hay numerosas especies nativas que hemos evaluado bastante en nuestro laboratorio, destilamos los aceites esenciales de esas plantas. La Peperina, por ejemplo, es la más común y al mismo tiempo la que despide uno de los productos más activos que tenemos, por ejemplo, contra el gorgojo del maíz y también para la cochinilla harinosa”, añadió la investigadora.
También, demostraron su eficacia los aceites obtenidos del eucaliptus, del romero, la menta, entre otras aromáticas.
La cochinilla es una especie muy difícil de controlar, no se logra con cualquier producto, porque tiene un capa cerosa muy gruesa y difícil de ser penetrada.
Uno de los compuestos que sale de la Peperina, la Pulegona, ha demostrado una gran eficacia en las formulaciones preparadas para combatir a la cochinilla.
Por el momento, los bioplaguicidas probados en laboratorio dieron muy buen resultado y se espera el momento en que puedan hacerse las aplicaciones a campo para ir evaluando frecuencia y modalidad de aplicación.


Talento local
María Laura Peschiutta es Bióloga, egresada de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (UNC, 2008), y Doctora en Ciencias Biológicas, egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA, 2015).
Trabajó en la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco (Sede Comodoro Rivadavia) en el área de la Ecofisiología Vegetal donde se especializó en frutales (cerezos) y el impacto de la principal plaga de este frutal, la babosita del peral.


Realizó trabajos de campo en Comodoro Rivadavia, Bahía Solano y Río Mayo (Chubut) y Los Antiguos (Santa Cruz) entre 2009 y 2015. Participó en varios proyectos de investigación relacionados con estudios ecofisiológicos sobre especies arbóreas, cultivos frutales y especies nativas patagónicas.
Actualmente, se desempeña como Investigadora Asistente en el Instituto Multidisciplinaria de Biología Vegetal (IMVI, CONICET – Córdoba donde viene estudiando los efectos de la cochinilla harinosa (Planococus ficus) en viñedos y su control utilizando aceites esenciales de plantas comunes. Investiga el desarrollo de bioplaguicidas para vid.