

Los últimos datos “oficiales” conocidos sobre Jesús María datan del censo nacional 2010 y debieran actualizarse este año, aunque seguramente la pandemia postergará ese proceso hasta el año próximo.
Los institutos de estadísticas y censos provinciales, a su vez, fueron arrojando interpretaciones sobre “posibles” crecimientos y también algunos datos certeros desde 2010.
Pero Jesús María quiso ir un poco más allá y lanzar su propio relevamiento sociosanitario en toda la ciudad para contar con datos objetivos que le permitan al municipio planificar políticas públicas acordes, especialmente durante la pospandemia.
La tarea demandó alrededor de 60 días e hizo aprovechamiento de recursos tecnológicos ya que cada censista fue cargando cada encuesta en tiempo real.
La Secretaría de Gobierno fue la encargada de montar todo el operativo de coordinación y carga de datos.
Como dato más saliente se conoció que en una década Jesús María sumó mil viviendas con lo que el total de la ciudad ya se ubica en torno a las 10 mil.
Respecto de la cantidad de habitantes que podría haber sumado la ciudad en una década, las autoridades fueron muy cautas. El censo de 2010 estableció para la cabecera de Colón la cantidad de 31.864 habitantes (15.616 varones y 16.248 mujeres) distribuidos en 8606 viviendas. Para esa fecha, había poco más de 1300 viviendas en construcción.
Si se hubiese cumplido la estimación que señala que Jesús María creció en la última década a razón del 2,9% anual, la población total debería haber alcanzado las 40 mil personas.
“No tenemos limpio ese dato, lo está terminando de armar el área de participación ciudadana y de cómputos. Es claro que creció desde 2010, pero no tenemos el dato fino aún”, explicó Zárate.


Otro dato que sorprendió a las autoridades fue saber que el 80% de los jesusmarienses cuenta con cobertura de obras sociales.
“Tenemos que analizar barrio por barrio qué pasa con ese 20% que no cuenta con cobertura de salud, si tiene que ver con el trabajo informal o el desempleo”, adelantó Federico Zárate, titular de la cartera de Gobierno.
Uso eficiente de recursos
El funcionario destacó que trabajaron con el concepto de “semaforización” durante este relevamiento donde el rojo se vincula a una necesidad insoslayable de un vecino o sector y que debe ser abordada de manera inmediata.
En rojo, podría caber una situación de vulneración de derechos, una situación de violencia doméstica, o hasta el faltante de un servicio público esencial.
“Nos llamó la atención que teníamos “rojos” en sectores que no creíamos y muchos menos en donde apuntábamos como una fija. Hace años venimos pensando que hay que intervenir muy fuerte en algunos sectores, pero nos hemos olvidado de otros”, reconoció Zárate al destacar que las mayores falencias las detectaron en materia social y habitacional.


“No queremos -aclaró el funcionario- estigmatizar ningún barrio, pero este relevamiento nos dio una foto real. Hoy, es tratar de distribuir de la mejor manera los recursos municipales sobre la base de datos objetivos”.
Las autoridades tienen programada una rueda de prensa en breve para dar a conocer de manera más acabada los aspectos principales del relevamiento.
El material que obtuvo el municipio visitando casa por casa será el insumo de las acciones que la gestión encarará, principalmente, durante 2021, poniendo el foco en la complejidad que dejará la pandemia en la ciudad.