

Tres noches no son suficientes para evaluar si la edición en marcha, la 56, será o no exitosa. ¿Mediremos el éxito sólo por la cantidad de entradas vendidas? ¿Cuál será la vara para decidir si la edición fue buena, regular, mala?
Hace 20 años exactos, Jesús María tenía una de sus peores taquillas históricas. Argentina venía de tener cinco presidentes en una semana, tras la renuncia de Fernando de la Rúa y el país era un manojo de crisis.
En esa edición, la 37, se cortaron en total 95.539 entradas. Y durante los primeros tres días se vendieron 15.600 boletos.
En el arranque de 2022, durante los tres primeros días se cortaron 15.706 (cifra extraoficial, falta la definitiva). En resumen, si la comparación se realiza con un festival en tiempos de crisis, el balance no es malo.
De hecho, la edición de 2006, la 41, también tuvo una taquilla por debajo de los 100 mil espectadores.
Y la verdad es que la edición de este año es una edición “en” pandemia y en un momento en que la curva de contagios por coronavirus viene rompiendo todos los récords.


Los ojos en Jesús María
Los festivales de verano se vienen suspendiendo a diestra y siniestra en toda Argentina. Que Jesús María, la meca de la jineteada y el sentir gauchesco, esté en marcha no es un dato menor.
Es como un pequeño laboratorio de pruebas con el que testear si es posible juntar a personas de distintos puntos cardina- les del país y de países hermanos y devolverlos a sus pagos con la menor tasa de contagios.
Para eso, es imprescindible que se cumplan los protocolos, que se extremen las medidas de autocuidado.
Urge una mayor conciencia por parte de los asistentes en cuanto al uso correcto del barbijo, mientras se está dentro del estadio.
Una observación: dentro del anfiteatro podrían incrementar la cantidad de recipientes con alcohol sanitizante o en gel y dotar de jabón líquido a los baños porque, mayoritariamente, este último brilla por su ausencia.
Seguramente, a medida que transcurran los días se podrán ir corrigiendo los aspectos que contribuyen a que haya menor riesgo de contagio. Lo necesita la fiesta gaucha para poder afirmar que no se equivocó al no suspender la edición.


La programación que falta
DOMINGO 9
Palito Ortega, Nocheros, Roxana Carabajal, La Zapada, Los Waqay del Valle y Sauda.
LUNES 10
Los Tekis, Los Alonsitos, Leandro Lovato, Q’ Lokura, Cordiales, Canto del Alma y Los Arrieros de Salta.
MARTES 11
Sergio Galleguillo, Los Carabajal, 5 sentidos, Dale Q’ Va, Peregrinos, Kuñá, Los Umbides y Los Legales.
MIÉRCOLES 12
Abel Pintos, Ceibo, Jéssica Benavídez, Llokallas, Los Fulanos, Indigo y Marco Basílico.
JUEVES 13
Lucio Rojas, Ahyre, Guitarreros, Los Izquierdos de la Cueva, Pocha Galván, La Konga y Cuerdas del Norte.
VIERNES 14
Chaqueño Palavecino, Los 4 de Córdoba, Milena Salamanca, Los Trajinantes, Kepianco, La Cuja, Gastón Cordero y Ulises Bueno.
SÁBADO 15
Soledad, Jairo, Horacio Banegas, Por Siempre Tucu, Adrián Maggi, Los Tradicionales Cantores del Alba, Pajarito, Marina González y Ricardo Palavecino.
DOMINGO 16
Luciano Pereyra, Emiliano Zerbini, Cabales, Florencia Paz, La Bordona y La Barra.
LUNES 17
Tini, Los Palmeras y Los Giovos.