
Tras estar poco más de una semana prófugo, finalmente la Brigada de Investigaciones de Jesús María Policía logró aprehender al segundo sospechoso de haber iniciado una balacera en barrio Los Nogales. Lucas Ferreyra (23) fue detenido en inmediaciones de la casa de su pareja, tras una paciente guardia que le montaron los uniformados.
Vale recordar que en el episodio reciente resultó herido un niño de cinco años con una bala calibre 22 que le rozó la nuca. Lucas y su hermano Héctor David (30) protagonizaron el tiroteo que viene investigando el fiscal de Instrucción Guillermo Monti. Según se pudo recrear, ambos hermanos se conducían en una motocicleta de color negra y se acercaron hasta una proveeduría y sala de videojuegos de la calle Cerro Colorado donde otros tres jóvenes se encontraban bebiendo.



Una escena poco frecuente
Tras un intercambio de palabras, uno de los hermanos exhibió un arma de fuego y realizó varios disparos. Uno de esos disparos terminó impactando superficialmente en la nuca de un niño de cinco años que se encontraba dentro del local. Tras las curaciones de rigor, el niño fue dado de alta, en medio del susto de la familia y del propio pequeño.
Héctor Ferreyra fue aprehendido esa misma noche, pero Lucas se escabulló y se mantuvo prófugo hasta el pasado domingo cuando fue apresado por agentes policiales cuando merodeaba la casa de su pareja. El fiscal les imputó a los hermanos la presunta comisión de los delitos de disparo de arma de fuego, lesiones leves agravadas, y amenazas calificadas. Sin embargo, desde la Fiscalía no se descartó que pueda variar la acusación durante el trámite de la investigación en curso.



La balacera generó inquietud en el vecindario que no registraba un hecho de similares características en el pasado reciente. Otros vecinos dejaron entrever que en este hecho podría haber un “ajuste de cuentas” y deslizaron que hasta podría haber comercialización de estupefacientes de por medio, cuestión que por el momento fue relativizada por la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico de Jesús María.
El arma con la que se realizaron los disparos todavía no pudo ser secuestrada, pero se halló una vaina la noche de los disparos y le correspondía a un calibre 22. Por el momento, ambos hermanos permanecen presos hasta que se resuelva su situación procesal.