40 mil personas pagaron su entrada para el Bum Bum. Foto Gentileza: Lola Saldívar.
Es prematuro hablar sobre cuántos beneficios económicos le reportó a nuestra zona la primera edición del Festival Bum Bum Jesús María, aunque es evidente que reportó ganancias a algunos sectores.
Gastronomía, transporte, supermercadismo, hotelería, y hasta campings tuvieron movimiento durante el fin de semana XXL.
La Agencia Córdoba Turismo hizo un cálculo respecto de que el consumo promedio diario de cada visitante fue de $ 12 mil, aunque referido a centros turísticos de consumo masivo como Punilla y Calamuchita.
Si esa ecuación se pudiese confirmar acá, estaríamos hablando de un movimiento de $480 millones durante el finde de la familia “monera”.
Lo que sí quedó claro, tras esta primera experiencia, es que fue un festival consumido mayoritariamente por gente de otras localidades de Córdoba y de otras provincias.
La comunidad local se hizo presente en ínfima proporción, al menos en lo que a boleterías se refiere.
Un señor festival
El Bum Bum Jesús María tuvo todos los condimentos de las grandes citas: sonido de primeras ligas, impecable contexto multimedia, cartelería para fotografiarse y llevarse souvenirs, museo itinerante, merchandising variado.
Hasta el propio museo itinerante de Jiménez fue imán y también el sitio para dejar registro de los tatuajes jimeneros, además de llevarse tatuada una jota provisoria en algún lugar del rostro.
Y acompañó con una programación diversa pero congruente. Todo, al servicio del “mandamás”. Porque estuvo claro que ninguno de los que animó la previa fue el objetivo de la noche.
La única excepción la generó el Chaqueño Palavecino que fue el único de los números invitados que logró adhesión y algarabía popular.
Y fue quien se prestó a cantar junto a la “Mona” el clásico Quién se ha tomado todo el vino para decirle delante de todo el mundo que quería grabar su propia versión y que quería que Jiménez le haga los honores de cantar.
Ya anunciaron que Carlitos hará cuatro fechas en 2023, que la primera de esas fechas será en enero, y Jesús María sueña con que una de esas cuatro sea en el anfiteatro José Hernández.
La producción se fue feliz con esta experiencia en tierra festivalera, sería un crimen no hacer todo para que vuelvan.