Confesó sus abusos por redes, fue condenado a 14 años de prisión, pero pidió perdón a las víctimas
Cuando le otorgaron la última palabra, J.E.L (25) se mostró arrepentido por sus actos, pidió perdón a familiares y víctimas, y se lamentó por lo que le hizo pasar a sus hijas.

La jueza Inés Lucero le impuso a J.E.L una dura condena por sus actos
Esta semana tuvo lugar la lectura integral de los fundamentos de la sentencia que le dictaron el pasado 21 de abril a J.E.L (25) como autor de los delitos de grooming, abuso sexual gravemente ultrajante, y coacción agravada, entre otros.
El acto fue presidido por la vocal Inés Lucero, de la Cámara Segunda en lo Criminal y Correccional, con la presencia de la fiscal de Cámara Laura Battistelli, el asesor complementario de menores, Eduardo Caeiro, y la defensora del conde- nado, Alfonsina Muñiz.
En el fallo, la jueza consideró la conveniencia de inicializar los datos personales del imputado, puesto que sus dos hijas menores de edad comparten su apellido y residen en una ciudad muy pequeña (en referencia a Colonia Caroya).
“En virtud de ello, estimo pertinente evitar mencionar algunas identificaciones concernientes al acusado, con el fin de sortear cualquier invasión en la vida íntima de las niñas”, expresó la magistrada.
Más allá de repasar con detalles los 13 casos en los que pudo comprobarse el nivel de perversión que ejerció J.E.L sobre sus víctimas, el fallo ofreció interesantes puntos de vista sobre la utilización de internet por parte de los niños sin supervisión de los padres.

Un gran simulador
Que quede claro: el recientemente sentenciado a 14 años de prisión engañaba a sus víctimas a través de un perfil femenino falso en el que simulaba ser una pequeña también.
Prometía premios o participaciones en películas a cambio de fotografías pornográficas que les hacía sacar a sus víctimas. La más pequeña de todas tenía siete años.
Para animarles a que les envíen el material fotográfico, él mismo enviaba una foto primero de una niña desnuda o semidesnuda simulando que se trataba de la misma persona del perfil falso.
Operaba principalmente a través de la red Facebook y buscaba sus víctimas en grupos dedicados a ídolos infantiles o programas televisivos famosos.
En uno de los casos, J.E.L prometió un buen salario mensual para una joven a la que había tentado con la promesa de una carrera en el mundo del modelaje.
Con artimañas, logró que la joven realice una videollamada y se muestre en ropa interior y semidesnuda. Con eso, estuvo días amenazándola de que si no le enviaba más material subiría el video a un grupo muy conocido y con muchos usuarios de compraventa.
Sus primeras maniobras, según consta en el expediente, comenzaron en 2015 y se extendieron hasta febrero de 2019 cuando fue detenido por orden del fiscal Guillermo Monti, tras recibir reportes de la organización internacional National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC).

El pedido de perdón
Cuando aceptó el juicio abreviado y confesó su autoría en los hechos atribuidos, J.E.L pidió disculpas: “Asumo los hechos, me hago cargo. Está mal todo lo que hice y pido disculpas a las víctimas y familiares de ellas. Como padre, hermano e hijo entiendo a las víctimas, no sé lo que me pasó por la cabeza. Pido disculpas y perdón a todos. Estoy arrepentido de todo. Quiero recuperar la libertad para estar con mi mamá, hijas y hermano. Nunca lo volvería hacer, no tengo palabras para explicar lo que hice”.