

La Cámara Criminal de Deán Funes condenó a la pena de cinco años y ocho meses de prisión a Raúl Norberto Castro, tras ser hallado culpable del delito de incendio calificado.
El fuego se inició a mediados de agosto de 2020 y afectó unas 30 mil hectáreas en Cerro Negro, Villa Albertina, Copacabana y otros parajes del departamento Ischilín, en el norte de Córdoba.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, Castro fue hallado culpable del delito de incendio calificado, aunque la fiscal de Instrucción de Deán Funes, Fabiana Pochettino, originalmente le había imputado incendio doloso doblemente calificado.
En el mismo juicio resultó absuelto Pablo César Castro a quien la Fiscalía había acusado de instigar y manipular a Raúl Castro para que encienda fuego en los campos a cambio de promesa de pago.
Durante el juicio, la Cámara, en sala unipersonal presidida por el juez Horacio Ruiz, consideró insuficientes las pruebas aportadas para probar la supuesta instigación de Pablo Castro. Basándose en el beneficio de la duda resolvió su absolución y en consecuencia ordenó su inmediata libertad.
Tras conocerse esa resolución de la Cámara, la fiscal Carolina Elías anticipó que aguardará los fundamentos del fallo antes de proceder a elevar la causa a Casación.


Uno de los peores siniestros
El siniestro se produjo el 15 de agosto de 2020 y Raúl Norberto Castro fue encontrado en cuasi flagrancia en el lugar, portando un encendedor con el que inició el segundo foco de incendio.
Se trató del mayor daño por incendios que haya sufrido el departamento Ischilín, con más de 30.000 hectáreas afectadas, según relevó el INTA en su momento.
Las pérdidas fueron enormes para los lugareños y productores locales, y puso en peligro la vida de las personas, además de dañando en forma irreversible al ambiente.


El fuego también puso en peligro al Museo provincial Fernando Fader, ubicado en Loza Corral, ya que las llamas cercaron el edificio declarado patrimonio cultural de la provincia.
En el combate del fuego, trabajaron 145 bomberos, dos aviones hidrantes del Plan Federal del Manejo del Fuego y otros dos aviones provinciales.


La tarea se extendió durante más de una semana e, incluso, en algún tramo fue necesario evacuar pobladores del lugar.