
A partir de esta iniciativa, el municipio de Jesús María viene aportando la materia prima para que vecinos y vecinas que están en situación de vulnerabilidad puedan elaborar productos alimenticios, que luego ofrecen a la venta y distribuyen de manera voluntaria en merenderos comunitarios, como parte de un proceso de solidaridad circular.
El municipio aporta todo lo necesario para que aquel vecino interesado acceda a la totalidad de los productos que necesita para elaborar panificados.
Y de la totalidad de lo elaborado, el beneficiado debe donar una parte hacia alguna institución intermedia como un merendero, un comedor, una residencia geriátrica.
“Este programa busca reivindicar el derecho al trabajo y acercar las oportunidades a los sectores más afectados por la pandemia, con la dignidad y la solidaridad como premisas”, explicaron los impulsores desde el municipio.



“En época de crisis -añadieron-, el municipio está presente con contención, acompañamiento y políticas sociales que permiten garantizar el acceso a los derechos básicos en los barrios populares”.
Verónica Machado, del comedor Granito de Mostaza, se mostró feliz por la iniciativa que les llevó el beneficio del pan: “Queremos bendecir y dar gracias a las mujeres que amasan porque parte de su producción viene a los comedores como una muestra de solidaridad”.
Azucena Robledo del comedor Querer es poder también agradeció la iniciativa: “Nos ayudan a llegar a gente que tal vez no tenga para comprar pan”