03/12/2023

Comenzará la reparación del techo caído en el Museo Jesuítico de Jesús María

Dos años después de que se derrumbara el techo del espacio donde los jesuitas montaron la cocina, uno de los más antiguos del edificio, finalmente se aprobó la orden para repararlo.

Tiene fecha de inicio, tiene plazo, y tiene monto asignado. Ésa es la buena noticia que el Museo Jesuítico Nacional de Jesús María estaba esperando para uno de sus espacios más emblemáticos: la cocina que formó parte del conjunto original, construido en alrededor de 1750, y que ocupaba la última habitación sobre el límite norte. Se había caído el martes 8 de mayo de 2018, tras varios días de lluvia intensa.
Además de sortear la burocracia estatal, la Estancia Jesús María mantuvo la incógnita respecto de si la nueva gestión nacional seguiría el curso que había tomado el expediente con el gobierno anterior. Recién el 30 de julio de este año, se confirmó la orden de compra por $ 3,3 millones que también incluye una ampliación de hasta $ 660 mil.

La obra fue adjudicada a la empresa cordobesa Guccons S.A, con domicilio legal en La Calera, y tiene fecha de ejecución hasta el 3 de enero de 2021.
El director del Museo Jesuítico, Carlos Ferreyra, se mostró entusiasmado con la noticia: “Acaba de salir la contratación para la reparación de los dos techos, tanto el caído como el de al lado que también tiene problemas. La empresa ya se contactó con nosotros y con el arquitecto patrimonialista de la Dirección Nacional de Museos y, en cualquier momento, vendrán a instalarse y comenzar la obra”.
Más allá de que la obra tiene un plazo contractual de 120 días, la ilusión del Museo es que pueda estar concluida para diciembre cuando se cumplirán 20 años de la declaración del Camino de las Estancias como Patrimonio de la Humanidad de Unesco.
“No va a ser una reconstrucción sino una restauración porque se va a utilizar el 70% de los materiales originales y en la sala del lado se desarma y arma con los mismos materiales. Eso es muy bueno porque, excepto dos o tres tirantes, el resto de la sala va a estar retechada con los materiales que tenía”, explicó Ferreyra.

El 70% de los materiales pudieron ser recuperados y serán reutilizados

La restauración fue posible por la intervención del ingeniero especialista en patrimonio José Luis Gómez y del arquitecto Antonio Eduardo Sa- batté, quienes ayudaron en la clasificación de los materiales y determinando cuáles se podrían reutilizar y cuáles no. Cada pieza fue numerada y conllevó un trabajo de investigación del área de registro del Museo durante muchos meses.
“Se trata –añadió el director- de un trabajo muy puntilloso y detallista, pero al no haber obras de arte ni molduras ni esculturas volumétricas, se podría avanzar un poco más rápido que los plazos que fijó el contrato. Deberíamos poder llegar al diez de diciembre con la obra inaugurada”.

Idénticos problemas en la Posta de Sinsacate
Con la recomendación técnica del ingeniero José Luis Gómez, las autoridades del Museo Jesuítico Nacional decidieron cerrar y apuntalar dos salas en la Posta de Sinsacate –que también depende del Museo- e iniciarán idénticas gestiones a las que se hicieron para con la reparación de los techos de la Estancia.

Si bien es cierto que la pandemia vino a clausurar temporalmente el flujo de visitantes a los sitios históricos, previo a eso ambos edificios tenían limitaciones para el normal recorrido, sin contar de que tuvieron que trasladar meticulosamente cada uno de los objetos que se encontraban en las habitaciones clausuradas y que formaban parte de la muestra permanente.

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