

Recientemente, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) decidió darle curso a una solicitud de la comunidad sanavirona-comechingona de Cerro Colorado y declaró “sitio sagrado” al centro ceremonial y de entierros descubierto en 2018 en este rincón del norte cordobés que tanto adoró y describió en sus canciones Atahualpa Yupanqui.
El Área de Protección de Sitios Sagrados -creada hace un año dentro de la INAI- ya declaró 11 sitios sagrados de los pueblos originarios en las provincias de Río Negro, Chubut, Buenos Aires, Chaco y Salta.
El reclamo de los pueblos originarios cordobeses mereció el mismo tratamiento que el de los pueblos Mapuche, Tehuelche, Querandí, Qom, Mocoit, Wichí y Kolla.
Y es que, en Cerro Colorado, el tendido de un gasoducto que hizo el gobierno de Córdoba permitió descubrir el cementerio más grande que existe en el centro de Argentina, además de generar el rescate de 88 cuerpos de ancestros del norte provincial.


Sobre ese hallazgo, el Instituto Pasteur de Francia tiene que enviar los resultados de las pruebas de carbono 14 que establecerían su antigüedad.
La presunción es que algunos de los cuerpos hallados tienen cuando menos 500 años, pero otros aventuran que podrían ser, incluso, restos milenarios.
“Teníamos noción de que algo había y que fue descubierto en una obra pequeña de agua anterior. Pensábamos que eran siete u ocho cuerpos. Cuando pasó el gasoducto proporcionamos esa información para que el trabajo sea manual. Una obra que a lo mejor duraba pocos días terminó durando meses”, reseñó Gabriela Luján, referente de la comunidad sanavirona-comechingona de Cerro Colorado.
El director del Museo Arqueológico de Cerro Colorado y enlace de la Agencia Córdoba Cultura, el antropólogo Luis Tissera se refirió a la importancia de ese hallazgo de 2018: “Ése fue un momento bisagra para la comunidad de Cerro Colorado porque, extrañamente y siendo uno de los lugares más importantes en cuanto a vestigios arqueológicos, no existía una comunidad que se reconociera, abiertamente, como descendiente de pueblos originarios.


Un parque arqueológico
Cerro Colorado ya era referencia nacional e internacional por sus pinturas rupestres y recibía decenas de miles de turistas cada año.
En alrededor de 65 o 70 sitios arqueológicos -que incluyen aleros y cuevas- está concentrado más del 50% del total del arte rupestre que hay en Córdoba.
Una ley de 2014 y una ampliatoria de 2018 permitieron ir anexando algunos de estos sitios que estaban en manos privadas al patrimonio de la reserva cultural. Aunque quedan pendientes algunas expropiaciones, se estima que el territorio preservado tendrá alrededor de 40 hectáreas extras.
Tissera explicó que detrás de la intervención del gobierno, a través de la Agencia Córdoba Cultura y en respetuosa interacción con la comunidad sanavirona-comechingona local, van detrás de la creación de un Parque Arqueológico.
¿En qué consiste? En una visión más amplia que incluya no sólo el arte rupestre sino también todas las materialidades arqueológicas presentes en el territorio como las instalaciones de molienda, y los antiguos espacios residenciales y funerarios.


De allí que haya en marcha y ejecución distintos convenios con científicos de diversas provincias e instituciones internacionales para seguir anexando la valiosa información sobre los pueblos que habitaron el lugar y determinar cómo conservar lo existente para la posteridad.
“No contábamos mucho sobre esta declaración como sitio sagrado porque era simplemente una gestión. Estamos felices por lo que resolvieron, pero no sólo es un orgullo para nosotros sino para todo Córdoba”, refirió Luján quien bregó para que se cumpla el compromiso de que ningún objeto más, ni ningún descubrimiento, vuelva a salir del Cerro Colorado como históricamente ocurrió.
Quizás la protección que merecen todas las materialidades arqueológicas que están presentes en la reserva cultural Cerro Colorado no avanzan al ritmo que quisieran sus pobladores, pero avanzan.


Un lugar único
El arte rupestre está distribuido en diversos lugares de la provincia, pero Cerro Colorado concentra la mayor cantidad de figuras y que están plasmada a lo largo de un espacio que tiene más de 14 hectáreas.
La riqueza pictográfica del Cerro es excepcional. La característica de esas pinturas rupestres es que son sumamente representativas y contienen escenas muy complejas: de danza, de caza, y de combate (incluyendo el enfrentamiento con los españoles). También están dibujados cóndores, jaguares, entre otros animales.
“Es el lugar -aclara Tissera- donde está mayormente representado el conquistador europeo, la fauna europea, en escenas muy complejas yo diría a escala nacional. No sé si hay otro sitio que tenga estas características. En otros lados hay pinturas donde, por ejemplo, se representan jinetes a caballo o algunos soldados españoles, pero acá directamente aparecen por centenares”.

