
Hace alrededor de una semana, el ingeniero agrónomo Gustavo Grión denunció una confusa situación, dentro del marco de los incendios rurales que afectaron el departamento Tulumba. Este productor rural del departamento Tulumba reseñó que un grupo de “supuestos” brigadistas intentó ingresar y permanecer dentro de su establecimiento.
Ninguno de ellos contaba con identificación, no se trataba de lugareños, y lo que pretendía ser un eventual aporte al combate contra el fuego terminó siendo una interferencia al trabajo de los Bomberos y productores que luchaban a destajo contra el fuego.
Aunque la situación no fue encuadrada exactamente en un intento de usurpación, el damnificado lo asoció a una intromisión sin un encuadramiento dentro de los moldes del sistema de prevención y control de los siniestros.



A raíz del hecho, la Sociedad Rural de Jesús María decidió elaborar una guía de actuación para evitar posibles usurpaciones. Entre otras recomendaciones, la entidad gremial sugirió a cada productor que mantenga su inmueble rural cerrado con candado y, de ser posible, con personal a cargo de la supervisión de ingresos y egresos. Paralelamente, se sugirió mantener un contacto permanente contacto con otros residentes de la zona, e informar a las autoridades policiales cualquier actividad extraña.
También se distribuyó un listado de teléfonos útiles entre los que se encuentra la totalidad de las patrullas rurales del norte, de varias comisarías e, incluso, de algunas fiscalías.