09/12/2023

A cinco años del crimen de Wanda Navarro, persiste la duda sobre si falta identificar a otro presunto cómplice

Las condenas a cuatro de los acusados no están firmes y no se avanzó en la identificación de otro hombre que pudo estar en la escena del crimen.

A fines de agosto se cumplieron cinco años del crimen de Wanda Abigaíl Navarro (15) y sus padres volvieron a reclamar por el total esclarecimiento del hecho que fue descubierto dentro de la estancia La Florida, de Jesús María, y por el que hay cuatro personas condenadas a cadena perpetua.

La tesis que el fiscal de Jesús María Guillermo Monti llevó a la Cámara 4ª del Crimen de Córdoba fue que Romina Vernola prometió recompensa por la muerte de la menor y que ese crimen fue cometido por Walter Vargas, Claudio Schmidt, y Mario García.

Los jurados populares y los camaristas coincidieron con el fiscal y en forma unánime resolvieron la condena.

Sin embargo, los cuatro condenados apelaron la resolución y está a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) resuelva si hace lugar o no al recurso de casación. Mientras tanto, y desde 2018, permanecen privados de su libertad en la cárcel de Bouwer.

Familiares y amigos de Wanda siguen pidiendo Justicia para ella

Vernola, además, elevó su causa a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que le contestó en febrero de este año que no podían dar trámite a la petición de revisión de la causa porque la información enviada fue insuficiente.

En otras palabras, para poder revisarla necesitan una copia completa del expediente judicial. Eso quiere decir que tienen que enviar al organismo las 8800 copias que tiene la causa que llegó a acumular 22 cuerpos de 200 hojas cada uno e impresas de ambos lados.

La mujer -que antes de esta condena purgaba otra por el delito de narcotráfico- solicitó en dos oportunidades que la Cámara le facilite las copias sin resultado hasta el momento.

En apariencia, la discusión se centra en quién debe pagar el costo de la impresión de semejante volumen del expediente. En su reglamento interno, la Corte Interamericana le atribuye el deber de cooperar a los estados partes.

¿Hubo otro sospechoso?

Las pruebas a lo largo del juicio -que concluyó en agosto de 2021- fueron por abrumadora mayoría indiciarias. No fue posible contar con testigos directos, filmaciones, fotografías, ni otro tipo de material probatorio como podrían ser coincidencias de ADN u otras similares.

Y, para colmo de males, en el cotejo de ADN apareció el perfil genético de una persona de sexo masculino que no pudo ser identificada todavía.

La pregunta clave es: ¿Hubo una cuarta persona en la escena del crimen o alguien plantó un perfil genético allí para confundir?.

En la escena del crimen apareció sangre en un lugar atípico en el que difícilmente podría haber aparecido.
Por otra parte, la nómina completa de presuntos sospechosos fue cotejada con ese perfil genético y no coincidió con ninguno.

Y tampoco suena lógico que los otros tres condenados guarden silencio sobre este dato si se tratase de alguien que estuvo con ellos y que podría haber sido responsable de los hechos que derivaron en la muerte de Wanda.

El cuarto hombre es la incógnita más grande en esta causa y la impresión es que no se está cerca de develarlo.

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